Corea del Norte ejecuta públicamente a un joven de 22 años por escuchar K-POP y ver películas surcoreanas

Un joven de 22 años fue ejecutado por el régimen de Corea del Norte tras ser acusado de escuchar 70 canciones, algunas de ellas de k-pop, y ver tres películas surcoreanas en 2022, las cuales también compartió, según un informe del Ministerio de Unificación de Corea del Sur.

Los detalles del caso fueron publicados en el Informe 2024 sobre Derechos Humanos en Corea del Norte elaborado por el Ministerio de Unificación de Corea del Sur.

De acuerdo con el organismo surcoreano, el joven originario de la provincia de Hwanghae del Sur fue acusado de infringir una ley de 2020 que prohíbe la “ideología y la cultura reaccionarias”. Este caso forma parte de uno de los 649 testimonios de norcoreanos desertores que fueron publicados en el informe de Derechos Humanos de Corea del Norte.

En 2021, The New York Times reveló que Kim Jong-un declaró una guerra al K-pop y a los seguidores de la popular banda BTS. El líder del régimen calificó a este género musical como un “cáncer vicioso” que corre el riesgo de corromper al pueblo de Corea del Norte

Corea del Norte y represión a la cultura surcoreana

Con el objetivo de aislar aún más a su población de las influencias externas, Corea del Norte ha reforzado su prohibición del k-pop y otras formas de cultura occidental. Una nueva ley promulgada en 2020 prohíbe explícitamente la “ideología y cultura reaccionaria”, lo cual amplía el alcance de la censura y aumenta el castigo para quienes posean o distribuyan dicho material.

La prohibición del K-pop en el país se implementó bajo el ex líder Kim Jong-il para proteger a los ciudadanos de la “influencia maligna” de la cultura occidental y sus aliados.

Se hizo aún más estricta bajo el mandato del del hijo de Jong-il, Kim Jong-un, quien adoptó una nueva ley para el Norte en 2020, que prohíbe la “ideología y cultura reaccionarias”.

El Norte ha rechazado las críticas sobre las graves violaciones de los derechos humanos por parte del gobierno, calificándolas de parte de una conspiración para derrocar al liderazgo.

Una desertora de 20 años reveló también que la velocidad con la que la cultura surcoreana influye en Corea del Norte es muy rápida. “Después de ver dramas coreanos, muchos jóvenes se preguntan: ‘¿Por qué tenemos que vivir así?’ … Pensé que preferiría morir antes que vivir en Corea del Norte”, contó a The Guardian.