A partir del 1 de mayo, las autoridades Alemanas anunciaron que aquellos ciudadanos que den positivo no deberán guardar cuarentena de forma obligatoria, sino que será una “recomendación urgente”.
Tras un acuerdo entre los ministros de Sanidad de los estados y el federal, las autoridades dejarán de dar instrucciones oficiales respecto a los aislamientos y pasarán a recomendar cuarentenas de unos cinco días.
La decisión se toma para que los puestos de trabajo no dejen de ser ocupados ante la posibilidad de un rebrote más, ya que Alemania viene presentando un aumento en los contagios desde comienzo de años.
Sin embargo, los profesionales de la salud no se podrán beneficiar de esta medida y tan solo podrán dar por concluido su aislamiento por positivo una vez que puedan demostrar haber superado la enfermedad presentando una prueba con resultado negativo.
El aislamiento será decisión de cada ciudadano.