La noticia del fallecimiento de Ozzy Osbourne se conoció pocos días después de su última aparición en el escenario, donde compartió una emotiva reunión con los miembros originales de Black Sabbath —Geezer Butler, Tony Iommi y Bill Ward— en Villa Park, Birmingham. El concierto, titulado Back to the Beginning, fue promocionado como “el mayor espectáculo de heavy metal de la historia” y marcó el final de una era para el legendario músico.
Durante el show, Osbourne interpretó un breve repertorio de cinco canciones, ovacionado por un público que lo aclamó con entusiasmo. El momento fue aún más especial al presenciar la propuesta de matrimonio de Sid Wilson a su hija Kelly, entre sonrisas y vítores.
El artista, conocido como el “Príncipe de las Tinieblas” por su estética extravagante y su profunda conexión con el heavy metal, había anunciado que aquella sería su despedida definitiva de los escenarios. En 2020 reveló públicamente su diagnóstico de Parkinson, enfermedad con la que convivía desde 2019, lo que motivó su retiro definitivo.
Su presencia en escena era magnética: larga melena negra, gafas oscuras y una energía inquietante que lo convertían en un ícono irrepetible. No fue solo un intérprete, sino el símbolo de una actitud. Su carrera estuvo marcada por la creatividad, la resiliencia y momentos inolvidables, como aquella polémica actuación en la que mordió la cabeza de un murciélago en pleno concierto.
El comunicado oficial, publicado por su familia la noche del martes, confirmó su fallecimiento:
“Con una tristeza mayor de la que las palabras pueden expresar, debemos informar que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estuvo acompañado de su familia y rodeado de amor. Pedimos a todos que respeten la privacidad de nuestra familia en este momento”.
El mensaje fue firmado por su esposa Sharon, sus hijos Jack, Kelly, Aimee y Louis, quienes pidieron respeto y discreción en estos momentos difíciles.
Ozzy Osbourne deja un legado imborrable en la historia del rock, con una carrera que desafió los límites y tocó millones de vidas. Se fue como vivió: rodeado de música, de amor y de su gente.
