Niños siameses brasileños unidos por la cabeza fueron separados en una intervención cuyos médicos responsables describieron este lunes como la cirugía más compleja de su tipo, para la que se prepararon usando realidad virtual.
La medicina continúa avanzando a pasos agigantados y los milagros médicos cada vez empiezan a ser más frecuentes.
La última prueba de ello ocurrió en Brasil, donde dos gemelos siameses habían nacido con la cabeza unida. De 4 años de edad, la mayor parte de los cuales pasaron en un hospital de Rio de Janeiro equipado con una cama a medida, los hermanos pueden mirarse ahora a la cara por primera vez, después de nueve operaciones que culminaron en una cirugía maratónica de 23 horas.
El peligro de que murieran durante una operación era tal que las probabilidades de conseguir separarles y lograr que vivieran eran casi nulas.
“Los gemelos tenían la versión más grave y difícil de la afección, con el mayor riesgo de muerte para ambos”, dijo el neurocirujano Gabriel Mufarrej, del Instituto Estatal del Cerebro Paulo Niemeyer (IECPN) en Rio, donde se realizó el procedimiento.
Gracias a los médicos, todo ha salido bien. Han sido cuatro años de continuos procesos médicos, pruebas, pequeñas cirugías e intervenciones, que finalmente han servido para que, en una operación muy complicada, y con tecnología de última generación, los niños hayan conseguido ser separados.