“Memorias de un loco sensible”: El libro del asesino del urólogo en Clínica Medellín donde anticipó el crimen

La familia del homicida reveló nuevas pruebas que presuntamente refuerzan el presunto mal procedimiento médico, que llevó a John Ferney Cano a asesinar al médico Juan Guillermo Aristizábal.

En una entrevista con el medio La W, Alex Cano, hermano del homicida, compartió nuevos detalles del caso que podrían cambiar la percepción del público sobre lo ocurrido.

«Ha habido inconsistencias que no concuerdan con la información que hemos obtenido del computador de mi hermano», afirmó el hermano de Cano al medio mencionado.

Este nuevo documento sería diferente al manuscrito ‘Memorias de un loco sensible’ de 369 páginas. Este, al parecer, recopila todo su historial médico.

El documento resume el infierno que vivió el homicida tras un procedimiento quirúrgico que le practicó el especialista, tras soportar un intenso dolor en su miembro inferior y un desgaste en el deseo sexual. El resultado de esa cirugía lo llevó a un desespero mental que terminó con una sentencia a muerte.

El expediente tiene dos partes y fue escrito en primera persona.En el inicio se dedicó a hablar de su vida: la violencia intrafamiliar que lo atormentó en su adolescencia y los problemas personales que enfrentó en la adultez. Sin emabargo, la mayoría de las letras se acumularon en el drama que lo acompañó hasta el día de su fallecimiento.

Cano pasó por varios consultorios de urólogos buscándole solución a una incomodidad constante que tenía en el pene. El doctor Aristizábal le recomendó darle punto final al malestar con una circuncisión, una operación que consiste en cortar una porción de la piel que cubre la cabeza del miembro viril.

Él aceptó la propuesta y se realizó el procedimiento a las 7:00 a. m. del 21 de octubre de 2021. Su horror empezó al siguiente día, cuando se quitó el vendaje y descubrió la modificación en su cuerpo. En uno de los renglones se lee: “El que hizo esta mierda tiene que pagar con su vida. Sabía que no me iba a aliviar”.

Desde entonces, sus reproches fueron constantes: “¿No sé cómo le pueden llamar a eso una cirugía menor? De menor no tiene nada, es una vil mutilación que, a mi juicio, daña la belleza de un pene natural. Aunque tiene sentido siempre y cuando alivie algo, pero yo acababa de descubrir que había perdido mi tiempo y mi dinero”.

El documento: