Repudio y rabia son algunas de las reacciones que ha dejado un caso que se conoció a través de redes sociales en el que se observa los maltratos físicos que habría sufrido una menor de 12 años y con discapacidad mientras recibía unas terapias en Pidedecuesta, Santander.
La psicóloga, empleada de una IPS, fue denunciada por la madre de la menor, de 12 años.
Según la denuncia de la madre, pasaron nueve meses antes de descubrir los abusos. La madre revisó las cámaras de seguridad de su casa, y encontró a la mujer agrediendo a su hija durante las sesiones de alimentación y terapia.
“Tiene múltiples discapacidades, síndrome de Rett, epilepsia, es una niña indefensa. Revisé las cámaras de mi casa y vi que la terapeuta le pega en la boca, le da puños, esto es muy doloroso”, indicó la madre en su denuncia.
La familia de la menor recopiló los clips de las cámaras de seguridad de la vivienda para expresar su consternación.
“Golpeó a mi hija brutalmente con una silla de palo en la cabecita. Ese fue el primer video que vi, después me puse a ver más. De verdad, quedé con una tristeza y angustia en el corazón”, afirmó Sandra Patricia Carrillo Jaimes, la madre.
La denuncia ha generado una ola de indignación en la comunidad y a través de redes sociales, quienes claman justicia por golpear a una niña discapacidad.
Al conocerse la denuncia, la IPS Health and Safety rechazó lo que calificó como “conducta inapropiada” de una de sus trabajadoras, asegurando que “no cumplió con los estándares de calidad y profesionalismo” de la institución.
“Es fundamental enfatizar que lo sucedido no refleja de ninguna manera los valores fundamentales ni los principios éticos que son el pilar de Health & Safety IPS”, dijo en un comunicado.