La noche del domingo 20 de julio, una celebración familiar en el distrito de Yeonsu, en la ciudad surcoreana de Incheon (al oeste de Seúl), terminó en tragedia cuando un hombre de 34 años fue asesinado a manos de su propio padre.
El agresor, identificado únicamente como Jo, disparó contra su hijo durante una reunión familiar en la que también estaban presentes su nuera y dos nietos, de nueve y cinco años. Según reportes policiales citados por el diario local Dong-A Ilbo, Jo se ausentó brevemente de la vivienda, se dirigió a su automóvil y regresó armado con una escopeta casera. Una vez dentro, efectuó dos disparos contra su hijo, quien fue trasladado de inmediato al hospital, donde falleció poco después a causa de las heridas.
Tras el crimen, Jo huyó en su vehículo y fue capturado tres horas más tarde en una calle de Seúl. Durante el interrogatorio, confesó haber instalado un artefacto explosivo casero en su residencia, ubicada en el distrito de Dobong, también en Seúl. La bomba estaba programada para detonar horas después del asesinato.
La policía evacuó a 105 vecinos como medida preventiva y logró desactivar el dispositivo explosivo, compuesto por 15 botellas de PET llenas de diluyente de pintura, conectadas entre sí. Algunas contenían mecanismos de ignición y temporizadores. Además, en el vehículo del sospechoso se hallaron tubos de acero y municiones adicionales.
Arma casera fabricada con tutoriales de YouTube
La escopeta utilizada en el crimen fue fabricada de manera artesanal por el propio Jo, quien empleó un tubo de acero de 40 cm y un mecanismo de disparo. Según sus declaraciones a las autoridades, aprendió a construirla siguiendo tutoriales disponibles en YouTube. Este hecho ha despertado inquietudes sobre la facilidad de acceso a contenido relacionado con la fabricación de armas en internet.
Conflicto familiar de larga data como posible móvil
La Policía ha señalado que el motivo del crimen estaría vinculado a un profundo resentimiento acumulado por parte de Jo hacia su hijo, quien lo responsabilizaba por el divorcio de sus padres, ocurrido más de 20 años atrás. La exesposa de Jo, madre de la víctima, actualmente dirige una exitosa franquicia de salones de belleza en Seúl, lo que sugiere que el conflicto familiar se mantuvo latente y pudo haberse intensificado con el paso del tiempo.
